Las mandíbulas del tábano son como dos sables minúsculos provistos de dientes de sierra que se cruzan como tijeras y sus maxilares son puñales afilados y cortantes cuyo vaivén recuerda al de las perforadoras neumáticas. Pero esto no es todo, este extraño cirujano aspira y bombea la sangre de su víctima, al igual que se haría en una sala de operaciones, con un tubo chupador introducido en la herida y una especie de tapón que se mueve por los bordes; además, su saliva es anticoagulante; la mordedura en si misma no es peligrosa, aunque si muy dolorosa, pero a través de ella el tábano transmite a la victima las enfermedades que haya podido recoger de la anterior, de esta forma, los tábanos propagan la parasitosis humana en África y en la india, la enfermedad del sueño de los caballos. En Europa se encuentran cuatro especies principales de tábanos; el tábano del caballo y el tábano del buey son los más grandes y rara vez atacan al hombre. Por el contrario, en los días cálidos somos atormentados por los crisópidos cegadores (diez milímetros) que deben su nombre a la forma que tiene de zigzaguear alrededor de la cara, en la sombra, cerca del agua y en tiempo cubierto, ceden su lugar al tábano de las lluvias (seis a once milímetros).
Las larvas del tábano tienen forma de huso, poseen dos ganchos en la cabeza y rodetes en el abdomen que le permiten arrastrarse por la tierra mojada o sobre las plantas acuáticas Todos ellos son carniceros y se alimentan de pequeños invertebrados.
TIPO: Artrópodos
CLASE: Insectos
ORDEN: Dípteros
FAMILIA: Tabánicos
CARACTERÍSTICAS:(Tábano del buey) Longitud: de 18 a 25 mm. Larvas anfibias.
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